Nosotros somos...

Una empresa con más de 60 años de servir al mercado local. Ofreciendo diversidad de artículos en vestuario, principalmente de protección contra la lluvia. Poseemos la marca Ciclón, de indiscutible prestigio y líder en el mercado.

En la actualidad nuestros productos son exportados a toda Centroamérica. Día tras día y a través de los años hemos ido mejorados e innovando  para ofrecer a nuestros clientes prendas de primera calidad a precios justos y competitivos, tanto en el mercado local como Centroamericano.

Nuestra Misión

Mantener el liderazgo empresarial en la producción y la comercialización de productos de protección especialmente contra el agua, innovando constantemente y buscando un crecimiento hacia nuevos segmentos de mercado, guardando siempre la promesa de Ciclón: Calidad, Durabilidad y Confianza a precios justos y competitivos.

Nuestra Visión

Ser una fuente de confianza para nuestros clientes, proveyendo productos líderes que ofrecen protección, calidad, innovación y accesibilidad, frente a las inclemencias del tiempo.

Historia de la Empresa

Almacén El Tigre abrió sus puertas por primera vez en el año 1953 en el mismo lugar en donde actualmente se encuentra su sala principal de ventas, pero en un local muy distinto. El primer local tenía cuatro metros de frente por cuatro de fondo, con dos pequeñas puertas de madera que daban a la Avenida Bolívar.

La primera sala de ventas con un par de mostradores, una gaveta que servía de caja registradora, estanterías de madera pegadas a la pared del fondo, con muy poca mercadería. Por ese local se pagaba inicialmente el alquiler de cuarenta quetzales mensuales y el propietario dio muchas facilidades para pagar los primeros meses de renta.

En un principio no se contaba con capital de trabajo y fue la empresa Engel quien facilitó un lote de telas al crédito valorado en tres mil quetzales, del cual se tenían que abonar trescientos mensuales durante diez meses. Parte de esta tela se vendía por medida y el resto se utilizó para confeccionar camisas de niño que se vendían por unidad y por docena.

Existía un almacén en la sexta avenida de la zona 1 donde se vendía tela plástica para hacer manteles a 50 centavos la yarda. Se compraron seis yardas para hacer dos capas para lo cual se utilizó el molde de una capa fabricada en Japón. Estas capas se colgaron en la puerta del almacén, las cuales se vendieron muy rápido. Con el dinero de estas capas se compró más tela. Esta vez se confeccionaron cuatro o cinco capas las cuales también se vendieron muy rápido.

Después de esto, se compró un rollo de cincuenta yardas y así sucesivamente se fueron elaborando cada vez más capas, para lo cual se contrató a una costurera que las confeccionaba en su casa,  siempre se seguían confeccionando camisas económicas para vender por docena.

El fundador de la empresa fue el de la idea del nombre. En las vecindades había almacenes como El Águila, El Venado, y otros. Él dijo, le voy a poner el nombre de “El Tigre” por ser más sagaz.

Muy pocos días después de estar confeccionando las capas, nació la marca Ciclón, la cual se eligió por ser alusivo a la lluvia y al uso de las mismas. Esta misma marca se utilizó para las camisas y otros productos que se fabricaron, los cuales se fueron adicionando con el tiempo.

Desarrollo

Un año después de estar fabricando las capas, se hizo una importación de USA de 2,000 yardas de tela vinílica, adecuada para la fabricación de éstas. Después se importó tela también de Costa Rica y El Salvador porque en el mercado local no había disponibilidad de este tipo de material.

Dos años y medio de abrir el local inicial, se tuvo la oportunidad de alquilar un cuarto en la parte de atrás el cual se unió a la sala de ventas. Posteriormente se alquiló otro cuarto en la parte de atrás que se utilizó para montar un taller de costura en el cual se confeccionaban las capas, camisas, pantalones y otros artículos que hasta entonces eran confeccionados por terceras personas.

Unos años después, un importador local trajo telas vinílicas y telas ahuladas especiales para la fabricación de capas. Se comenzaron entonces a fabricar capas con telas ahuladas que eran de mejor calidad y más resistentes que las de vinil.

Con el pasar de los años, se desocupa el local vecino, en donde funcionaba  un taller eléctrico. Con esto se pudo agrandar el frente de la sala de ventas y tener más presencia sobre la Avenida Bolívar.

Durante muchos años el almacén se dedicó a vender además de productos impermeables, todo tipo de artículos de vestuario por mayor y menor. Algunos de estos productos eran de fabricación propia y otros de reventa.

A principio de los años 70, se adquirieron dos máquinas de tejido circular con las cuales se fabricaba telas de poliéster. Estas telas se cortaban en lienzos de una yarda y cuarta y así se vendían en la sala de ventas.

También se vendía en algunos casos la tela en rollos. Esto duró mientras estuvo de moda el poliéster para la fabricación de artículos de vestir.

A finales de los años 70, se intensificó la venta de frazadas prensadas, la empresa se convirtió en un distribuidor exclusivo de varias marcas nacionales. Durante varios años, después de la venta de productos impermeables, este fue el rubro que más contribuyó al crecimiento de la empresa.

Durante la década de los 70  se utilizó la televisión y la radio como medios principales de promoción de las capas, en esta época se popularizó el jingle “Capas Ciclón en el invierno dan protección” que hasta la fecha es muy recordado por los guatemaltecos.

En esta época también se comenzaron a importar sombrillas y paraguas, los cuales complementaban el resto de los productos impermeables que se vendían y que año con año se convertían en la fuente de ingresos más importante.

Ya en esta década no se vendían la mayor parte de productos de vestuario que originalmente se habían fabricado y distribuido. Tan solo algunos de ellos, tales como suéteres de varios estilos, que durante algunos años se siguieron distribuyendo. A finales de la década se añadió también la línea de uniformes industriales de todo tipo, los cuales se dejaron de fabricar a mediados de los ochenta.

Apertura de nuevos puntos de venta y la  sucursal ubicada en la zona 7. En el año de 1984 se abrió una nueva sucursal en la zona siete, la cual actualmente sigue operando. También en esta época se abrió otra sucursal en  Zona 1 , en el edificio donde estaba Samaritana Centro, a un costado del IPM. Se abrieron también varios puntos de venta en algunos de los principales almacenes del país tales como Kismet zona 9 y zona 11 , Almacenes Magno Mercantil, en varias Samaritanas, Almacenes Cemaco, Supermercados La Torre, entre otros. La duración de estos puntos de venta varió entre cada uno de ellos, los que llegaron a ser más importantes y duraron más tiempo fueron los ubicados en las Samaritanas y en Tiendas Kismet.

Así llegamos a los años 90, con una nueva imagen siendo líderes en el mercado nacional de productos  de protección contra la lluvia, contando ya con maquinaria adecuada  para garantizar costuras herméticamente selladas, utilizando materiales de primera calidad, telas impermeables más fuertes y resistentes al agua, cierres, reflectivos, broches y en general todos los materiales utilizados en la confección de las capas especialmente seleccionados para poder ofrecer artículos de primera calidad.

Fue a principios de los noventa cuando se inauguraron las oficinas centrales en la zona 9: Administración, ventas, producción, centro de distribución, todos integrados en un mismo punto, para poder ofrecer así una atención personalizada y un mejor servicio a nuestros clientes.

Se innovó también nuestra publicidad, transmitiendo un mensaje diferente en la época lluviosa llamado “Fiesta de lluvia” en el cual se invita a disfrutar de la lluvia.

Es en esta década cuando se incluye entre los productos de protección contra la lluvia,  los productos de protección industrial, tales como trajes especiales para cuartos fríos y refrigerados, chalecos y arneses reflectivos en varios diseños, protectores especiales para los productores de flores y verduras, entre otros.

Así llegamos al nuevo milenio, luchando por mantener siempre la MARCA CICLÓN, como símbolo de calidad en  artículos de protección tanto contra la lluvia como para la industria, innovando y mejorando estilos y diseños. Manteniendo siempre un alto nivel de control de calidad en todos nuestros productos.

Actualidad

LIDERAZGO DE MERCADO POR CALIDAD, VARIEDAD Y SERVICIO

Almacén El Tigre S. A. es una empresa con más de 60 años de existencia en el mercado local, poseedora de la prestigiosa marca Ciclón, especializada principalmente en la fabricación y distribución  de artículos de protección contra la lluvia, tales como, trajes para motoristas, trajes y capas para la industria, capas para damas, caballeros y niños, paraguas en diversidad de estilos y tamaños, accesorios de complemento para los artículos mencionados,  contando también con la línea de protección industrial en la que se incluye trajes para cuartos fríos y congelados, chalecos y arneses reflectivos.

Elaborando productos de excelente calidad, que día tras día y a través de los años se han ido mejorando e innovando para así poder ofrecer a sus clientes artículos de primera calidad a precios justos y competitivos tanto en el mercado local como internacional, Ciclón se ha convertido en una marca de tradición, líder indiscutible en el mercado de Guatemala.

Responsabilidad Social Empresarial

Parte importante es contribuir con el desarrollo de un país y de su gente, impulsando para ello con responsabilidad y esmero, actividades por medio de las cuales se procura el mejoramiento social, económico y ambiental.

Parte de este compromiso se ha realizado a través de la ejecución y colaboración con diferentes organizaciones, fundaciones, así como  actividades dentro de la misma empresa.

Colaborando con organizaciones como Fundal en el patrocinio año con año del proyecto “Trazos de Luz” y “Compartir es bueno para el corazón”  uniendo esfuerzos contribuyendo al desarrollo  de los niños con sordoceguera y el engrandecimiento de la Fundación para ayudar día con día a más niños.

Con el apoyo de Agexport se colaboró con el proyecto “Amigos de la Escuela” en la reconstrucción de la Escuela El Rosario, San José Pinula”

Parte importante es contribuir al fortalecimiento de las relaciones interpersonales dentro de la empresa, para lo cual se han organizado distintas actividades deportivas y charlas motivacionales en las que además de convivir, contribuye al desarrollo humano y espiritual de los participantes.